¡ ESTO ES UN DRAMA… !  (The storm in a teacup)

Vivimos tiempos curiosos, inestables e interesantes donde la gente parece movida más por sus emociones que por el sentido común, que lejos han quedado aquellos días donde los seres humanos estaban más interesados en progresar y encontrar respuestas a las preguntas existenciales de la vida que en qué tal se veía el ultimo filtro de “Instagram”.

 

¡AHHH… Oscuros días estos en que cualquier rufián dice "ni" a una anciana! 

(Sonido de frenazo en seco)

 

(Narrador)- ¡Chst, Chst… Vargsson!

 

Vårgsson- ¿Qué pasa…?

 

(Narrador)- No se esfuerce en hacer referencias a los Monty Python, porque no las van a entender, es más, lo llamaran “boomer”, y dirán que lo van a cancelar en redes sociales por hacer humor machista y poco respetuoso con la gente anciana.

 

Vårgsson- ¿Y…?

 

(Narrador)- Que a nivel social eso es una tragedia, haciéndole un símil fácil de entender, a nivel social, es como si de golpe hubiera contraído la lepra y lo tuvieran que aislar.

 

Vårgsson- ¡No me acostumbrare nuca… Jodid@s “drama queens”!

 

(Narrador)- ¡¡¡CHISSSSSTT!, No diga eso que...

 

Vårgsson- ¡YA…!, Me van a cancelar ¿No?, pues sabes lo que te digo… ¡¡¡ QUELESJODAN, QUELESJODAN, QUELESJODAN, MANO DE MILENIO Y GAMBA!!! ¡Pufff, que a gusto me he quedado!

 

 

Es más que evidente que la sociedad en la que vivimos hoy en día ha cambiado, los valores que eran importantes hace una década o menos, han sido sustituidos por una especie de tiranía sentimental donde lo más importante parece ser montar un buen escándalo por cualquier pequeño contratiempo que nos impida salirnos con la nuestra, quejándonos mucho y muy fuerte a través de las redes sociales, como si esto tuviera forzosamente que solucionar nuestros problemas en el mundo real, demostrando habitualmente un egoísmo comparable al de los niños pequeños, pero sin sus limitaciones y una disonancia severa con la realidad, que en muchas ocasiones, a ojos de un observador externo del planeta, parecería mostrar que ha llegado a un mundo poblado de dementes.

 

Un extraño giro conductual de la sociedad, donde en el primer mundo se pueden derramar torrentes de lágrimas, o agredir a un adolescente, porque este, le diga a su compañero de instituto que sus creencias veganas le dan lo mismo, y que se va a comer una doble hamburguesa con queso si o si, aunque le ofenda, mientras en otros puntos del globo, haya personas que todavía mueran de hambre por no tener nada que llevarse a la boca.

 

 

Una sociedad hedonista y esclava de la satisfacción rápida donde lo más importante no es tanto el conseguir grandes fines, como el montar un gran drama que nos haga receptores de todo ese “casito” que andamos reclamando a todas horas y que nuestros débiles espíritus no acostumbrados a lidiar con la frustración, y siempre decepcionados y aburridos de todos los placeres que se nos venden como imprescindibles para lograr la felicidad, y que en cuanto alcanzamos, dejan de tener importancia y solo nos causan hastío.

 

Nos hemos convertido en una cultura débil y acomodaticia, tan instalada en la comodidad que incluso nuestros revolucionarios, son incapaces de luchar por la libertad y los derechos sociales si no lo hacen desde la pantalla de su móvil de última generación, hemos entrado en una decadencia moral, en la que la ofensa y el lloro son lo más importante, y donde es más importante hacer todo aquello que nos viene en gana, que pensar siquiera en si nos perjudica o no.

 

Os lo digo más claro, somos como los romanos en los últimos días de su imperio, dependemos de los demás para que hagan nuestros trabajo, no estamos dispuestos a asumir responsabilidades para conseguir objetivos, y lo único que nos mueve es la notoriedad, (para salir de ese limbo gris donde están las personas corrientes), preferentemente si es por hacer algún tipo de show que nos permita demostrar lo hartos de la rutina que estamos, el placer rápido, ya sea por sexo, gula, alcohol, drogas o pereza, y el dinero, siempre ocupando el centro de todo, mejor en grandes cantidades y que no cueste demasiado esfuerzo conseguirlo.

 

Hemos llegado a creernos que es licito usar el drama y la necesidad de atención como una herramienta para conseguir que las situaciones siempre giren a nuestro favor y salirnos con la nuestra, y no podemos estar más equivocados, tarde o temprano, nos encontramos en alguna situación en la que llorar muy fuerte no nos sirve de nada, y entonces, si las personas que tenemos enfrente tienen más hambre, solo sabemos agachar la cabeza y hacer el “bicho bola”.

 

Voy a terminar aquí, y la verdad es que siento ser tan duro en el primer artículo de la nueva temporada, pero odiaría daros palmaditas en la cabeza y decir que todo está bien cuando realmente no lo está.

 

Creo que Mark Twain lo expreso de una manera incontestable en su frase:

 

" He tenido miles de problemas en mi vida, la mayoría de los cuales nunca sucedieron en realidad “

 

Este próximo viernes intentaremos reírnos de todos estos despropósitos.

 

 

 

 

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