¡ MAGNA CUM… FRAUDE !  (El triunfo de la neo-educación) 

 

 

“Debes pensar que tus convicciones son únicas y te pertenecen. Aunque a otros puedan parecerles raras o inaceptables. Aunque toda la manada diga que no está bien…”.

 

“Quiero que encuentren su propio camino, en cualquier dirección, con estilo orgulloso, con estilo tonto… como sea”

 

“Ahora en mi clase, aprenderán a pensar por sí mismos nuevamente. Aprenderán a saborear las palabras y el lenguaje”

 

“No puedes esperar que todos piensen en ti todo el tiempo”

 

“¿Cómo nos despojamos de prejuicios, hábitos, influencias? La respuesta, mis queridos muchachos, es que debemos esforzarnos constantemente por encontrar un nuevo punto de vista”

 

“Carpe diem, aprovechen el día muchachos, hagan que sus vidas sean extraordinarias”

 

“¡ Oh capitán! ¡Mi capitán! Levántate para escuchar las campanas”

 

A estas alturas, la gente debe ya de estar convencida de que “…Al Vårgsson se le ha ido la olla definitivamente…”

 

¡Pues no…!, todos estos párrafos que os acabo de presentar, son partes de los diálogos de la película de 1989, “Dead Poets Society”, que muchos seguramente conoceréis como “El club de los poetas muertos”, quizás una de las mejores películas protagonizada por el desaparecido Robin Williams…  Para los de la LOMLOE… Robin, el actor de “Jumanji”, "La Sra. Doubtfire” o la voz del genio en “Aladin”... no Robbie, que ese es el ex cantante de “Take That”, ¿nos vamos centrando?

 

Y, ¿por qué la cito tan extensamente os preguntareis?, pues precisamente porque se trata de una película centrada en el mundo de la enseñanza y la transmisión de educación y valores, un tema que resulta complejo de abordar en la actualidad por muchos factores que no son fáciles de diseccionar de una forma clara, sin que te caiga encima un verdadero aluvión de basura mediática o de redes sociales.

 

Pero… ¡Ya me conocéis amiguitos!

 

Teniendo como tengo, la sensibilidad de un cadáver, la empatía de una licuadora, y por supuesto la sensible diplomacia emocional de un tranvía sin frenos, siempre estoy dispuesto a arrastrar a mi equipo a una de esas batallas donde aun estando en inferioridad numérica, no nos importa arrostrar las bajas con tal de poner en su sitio a los que se creen mejores manipuladores, o más inteligentes que la media.

 

NOTA DE VÅRGSSON- Todo este último párrafo lo había escrito en tercera persona y plural mayestático por aquello de la cultura y eso,  pero he decidido ahorrarme el esfuerzo porque, si lo lee ese personal a quien le parece "mucho texto” todo aquello que ocupe más de un comentario en “Instagram” o "YouTube", no me gustaría que desarrollaran "agujetas mentales” y acabaran diciendo que no entienden nada porque el texto es muy "denso", hecha esta reflexión, volvamos al lio…

 

 

La formación…

 

Ese tiempo en la vida de cualquier persona, adquiere los engramas mentales necesarios para  desarrollar su vida de una forma productiva y correcta en la sociedad donde vive, y fijaros que he puesto “formación” y no “educación”, que es como se denomina habitualmente a la enseñanza reglada en todos los ámbitos oficiales, porque en mi humilde opinión una cosa es la formación como tal, y otra muy distinta la “educación”, que es lo que uno debería llevar ya en su bagaje, fruto de las enseñanzas de los padres, tutores o responsables en casa, quienes son los únicos responsables de orientar a sus descendientes para que su conducta no sea como la de las "bestezuelas" salvajes… y pido perdón a las pobres "bestezuelas" que no tienen culpa alguna.

 

Hubo un tiempo en el cual se podía medir la veracidad de las cosas mediante la asertividad científica, ya fuera en la antigua Grecia, en Idiotville (Oregón-USA), Oymyakon (Siberia-Rusia), Meadero dela Reina (Cádiz-España),o Ultramort (Girona-Republica de Palafrugell), esa era la fuente de cualquier educación en los colegios, donde se adquirían conceptos que permitían a los ciudadanos, conocer la historia de su pueblo, la sucesión de eventos que los habían llevado allí, las reglas de cálculo básicas para evitar que el vecino/comerciante/jefe/banquero les sodomizara o sodomizase monetariamente abusando de su ignorancia.

 

Sin embargo hoy en día hemos convertido las ágoras en aulas donde es más importante conocer la perspectiva, (y no hablo de dibujo técnico), que saber afrontar con soltura las dificultades de la vida en sociedad, pero ¡da igual!, si los números romanos son un problema se quitan y ya está, si la historia resulta cruel, se ignora o se maquilla y adelante, y si con todo eso los alumnos no aprueban ni aprenden, eliminamos los pérfidos exámenes que causan estrés, o les damos un pase de curso aun con asignaturas pendientes, total lo más importante es crear borreguitos que no piensen y hagan “follow the leader”.

 

Aristóteles decía que “la excelencia en la ciencia es el ignorante afirma, el sabio duda, o también el sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice, o también es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita”.

 

Galileo Galilei, al que se considera el padre de la ciencia moderna creía que “ no puedes enseñar nada a un hombre pero puedes ayudarlo a descubrirlo por sí mismo”. 

 

Mientras que por su parte, Newton opinaba que “puedes calcular el movimiento de los cuerpos celestes, pero no la locura de la gente, también para cada acción siempre se opone una reacción igual”.

 

Aunque este señor, hoy en día seguramente estaría cancelado por ser muy facha y mucho facha, ya que su ley de la gravedad nos oprime impidiendo que podamos volar como dragones dorados de nivel 40 a pesar de autopercibirnos como tales.

 

Todo esto… lo hemos desestimado cambiándolo por Dulceidas y similares porque nos han condicionado a creer que el esfuerzo y las opiniones que no se ajustan a los postulados mainstream son toxicas, y que solo debemos vivir para las redes y a ser posible sin abrir la boquita para protestar.

 

Llevamos varios años sumidos en una severa crisis tanto económico financiera, como médica y de valores cuyas causas complejas se manipulan para que parezca que no son fáciles de entender, pero que en realidad se podrían definir rápidamente si tuvierais el valor de aceptar, que vuestros profesores os mientan y traicionen sistemáticamente para condicionarte a que seas un buen engranaje del sistema en esta especie de distopia orwelliana donde existimos.

 

Y lo voy a dejar aquí, para que podamos acabar de soltar bilis durante el programa.

 

Al fin y al cabo, ya lo decía Marie Curie, la física y química polaca nacida en 1867, que, (gracias al radio y el polonio), destaco en su época por brillar en la ciencia:

 

“…Soy de las que piensan que la ciencia tiene una gran belleza, Un científico en su laboratorio no es solo un técnico; también es un niño colocado ante fenómenos naturales que lo impresionan como un cuento de hadas también me enseñaron que el camino del progreso no es ni rápido ni fácil…”

 

Claro que también dicen que en su momento también comento.

 

 “…Mira Pierre que brillo verdoso tan bonito tiene este mineral… Por cierto, ¿No crees que últimamente se nos cae mucho el pelo?...”

 

Lo siento, pero tenía que decirlo.

 

 

 

 

 

 

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