VAMOS A HACER UN RECASTING… ¡ A LA PUTA CALLE !  ( Seguridad laboral Vs Responsabilidad productiva )

-A ver, sepa usted que para ocupar este cargo necesitamos a alguien que sea responsable…

-Pues entonces no busquen más, soy la persona indicada para el puesto.

-Su entusiasmo es encomiable, pero, ¿Cómo puede estar tan seguro de ello?

-Porque en todos mis trabajos anteriores, cuando algo salía mal, yo era siempre el responsable…

Debería de estar claro que siendo como soy varón, extremadamente blanco, heterosexual, “Trumpero”, y miembro honorario del heteropatriarcado más salvaje, y sobre todo EMPRESARIO, mi posicionamiento ante este tema estaría cantado…

En cualquier situación, yo siempre apoyare a mis trabajadores, porque ellos son como una gran familia de la que YO soy la cabeza visible.

Por eso hace mucho tiempo que me plantee, que para salvaguardar su buena salud tanto física, como mental y psicológica, era mi obligación acabar con el estrés que les producía intentar sobrevivir con un sueldo insuficiente. Por ello tome la t4ranscendental decisión de asumir yo la carga emocional, y no pagarles, liberándoles así de las responsabilidades de atender a la administración de sus propios recursos.

Y ENCIMA, LOS MUY INGRATOS ME LLAMAN TIRANO EXPLOTADOR… ¡¡¡SON SERES ABYECTOS Y EGOISTAS, QUE LO UNICO QUE SE MERECEN SON LATIGAZOS Y MANO DURA!!!

El tema laboral siempre es peliagudo, y lleno de estereotipos que cada cierto tiempo vuelven a salir al ruedo, el empresario explotador, el obrero pelota, el trabajador escaqueado, el mando intermedio inútil pero cuñado o primo de alguien, la secretaria maciza que tiene un lio con el jefe, el sindicalista “comegambas”, o el vendedor pesado.

Pero más allá de todo esto, hay una realidad que subyace debajo de todos los clichés mencionados, (y otros muchos que andan por ahí), y es la de que desde que en algún momento primigenio de la historia, un pre-homínido decidió que era buena idea hacer que otro miembro de su manada/familia/clan/tribu hiciera una tarea para él, a cambio de darle algún bien material, privilegio o reconocimiento, se creó una divergencia en lo que respecta a como las dos partes de la ecuación percibirían la transacción; el “empleador” estaría convencido de que pagaba demasiado por la tarea, mientras que “el obrero”, siempre tendría la certeza inmutable de que trabajaba demasiado para la remuneración obtenida…

Y esto, por supuesto se mantiene vigente en la actualidad, y no tiene visos de cambiar a medio/largo plazo.

Que no digo yo que los empresarios tengan siempre la razón, pero sí que debería de ser evidente hasta para los más mermados intelectualmente hablando, que todos aquellos que montan una empresa, o invierte en algún proyecto que genere una producción, y arriesgan su patrimonio personal, no lo hacen especialmente para desarrollar una labor social en favor de los parias de la tierra, esa famélica legión qué debe de pasarse el día tumbada porque siempre necesitan que les digan que se pongan en pie, sino cruda y básicamente para no perder su inversión, y mucho mejor aún si lo consiguen, generar un beneficio cuanto más elevado mejor, lo de cuidar de los más desfavorecidos, es una responsabilidad de los gobiernos, a quien por otra parte se les paga para ello y no poco.

¡No es magia guapi… Son tus impuestos!

Pero al igual también se tendría que tener en cuenta que los trabajadores tienen sus necesidades, y por eso, tal y como diría Pazos, el inefable personaje de “Airbag” :

“El concepto es el concepto, y en tanto en cuanto nos den lo que es nuestro, discutiremos el concepto con el fin de discutirlo…”

Aunque la verdad, a mí me cuesta de pensar en que desearían los trabajadores que no tengan actualmente, al fin y al cabo, ahora, pueden tomarse un respiro para ir al baño, comer un bocadillo o fumarse un cigarrillo, se les da dinero por sus labores, tienen hasta vacaciones pagadas y hace muchísimo tiempo que, (salvo por motivos de di8version erótica), a nadie se le ponen grilletes en los tobillos…

Dejando de lado la ironía, no es malo que el personal de las empresas pelee por sus derechos, aunque también deberían de considerar que muchas veces lo que en la distancia parece maravilloso una vez cerca no lo es tanto, y que también hay que apechugar con las obligaciones que nos tocan.

Y voy a finalizar antes de que vengan los de las antorchas y las horcas a tener un “intercambio de opiniones” conmigo, dejaremos para el viernes noche la resolución de este tema, esperando que consigamos llegar a una vía de entendimiento.

Os dejare con otra frase del ínclito Pazos… ¡ Que gran filósofo estoico se ha perdido el mundo con el !,

“Mira nena… aquí hay una cuestión: el concepto es el concepto. Ésa es la cuestión. Por ejemplo, tú eres una mujer con estudios. Yo no objeto nada al respective porque soy liberal. Y no soy de ésos que andan diciendo que sois todas más putas que las gallinas... aunque lo piense. Pero, ¿y el concepto, eh? eh? ¡Amiga! A los hechos me repito!”

Nos reencontramos el viernes, y mientras llega, disfrutad de algunas de las reacciones más divertidas a un despido, por gentileza de la pausa que refresca.

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