*FEDERACIÓN ESPAÑOLA DEL TATUAJE

 
*COMUNICADO DE PRENSA EN RESPUESTA AL ARTÍCULO PUBLICADO EN EL MUNDO DIGITAL EL DIA 13 DE SEPTIEMBRE DE 2017
 
Artículo de EL MUNDO digital de fecha 13 de septiembre de 2017:
 
En relación al artículo realizado por Mar de Miguel y publicado por El MUNDO en su versión digital el día 13 de septiembre del 2017 y desde la Federación Española del Tatuaje, nos vemos obligados a emitir este comunicado de prensa para realizar algunas puntualizaciones sobre ciertas informaciones vertidas en dicho artículo.
 
Consideramos que tanto el titular como parte del contenido del artículo son susceptibles de crear una alarma social que no beneficia a los profesionales del tatuaje, al Ministerio de Sanidad (y en consecuencia a las Consejerías de Sanidad de todas las Comunidades Autónomas que se acogen a una estricta normativa), como al consumidor final y al gran público.
 
 
En España y dentro de la legislación vigente en materia de tatuajes y cosmética, existe el Real Decreto 1599/1997 de 17 de octubre, que regula las tintas de tatuaje, y cuya última actualización es del 25 de julio de 2013. Asimismo existen decretos específicos en todas las Comunidades Autónomas que regulan las prácticas del tatuaje. Por lo tanto, todos los profesionales del tatuaje deben tener una formación higiénico-sanitaria y precisan de una licencia sanitaria de establecimiento para ejercer la profesión.
 
Desde la administración, juntamente con los profesionales, no se ha cesado de trabajar para mejorar en el sector.
 
 
Paralelamente, cabe destacar la normativa europea ResAP (2008)1, por la que quedan reguladas las tintas para tatuaje. Actualmente Europa cuenta con una de las regulaciones de tintas más restrictivas que existen en el mundo, puesto que casi ningún país cuenta con ello. Las marcas de tintas de tatuajes se han adaptado a esta normativa puesto que Europa es un continente en el que la utilización de tintas para tatuar es cada vez más demandada. Ciertamente, existen tintas fabricadas en países
 
que no cumplen los requisitos y controles de seguridad y que mayoritariamente fomentan su venta a través de internet, las cuales contienen sustancias que no cumplen dicha normativa.
 
En Europa existen una serie de certificados que avalan el cumplimiento de esta normativa, exigiendo una serie de análisis que evitan que contengan colorantes azoicos que liberen aminas aromáticas con propiedades cancerígenas, mutagénicas, tóxicas para la reproducción o sensibilizantes. También se exigen análisis de metales pesados que cumplan los parámetros de una estricta lista de cantidades máximas permitidas, análisis de hidrocarburos aromáticos policíclicos (en el caso de las tintas negras), análisis de esterilidad, y el cumplimiento de un etiquetado correcto con toda la información necesaria para el uso profesional.
 
Así en España como en Europa, se está trabajando para evitar la mala praxis, tanto en la fabricación de las tintas y productos que intervienen en la práctica del tatuaje, como en la formación de los propios profesionales. Existe un comité europeo de normalización del servicio del tatuaje, en el que un equipo español de expertos colabora directa y activamente. Dicha normalización será publicada en enero de 2018, además de las unidades de competencia de los módulos formativos desarrollados por el INCUAL, 0064-2, higiene y salud, 0067-3, micropigmentación y 0068-3, tatuaje, recogidos en el R.D. 716/2011. Los profesionales del tatuaje luchamos para que la información sea un reflejo de la realidad, sin alertas sociales innecesarias. Somos los primeros en cumplir la ley y alertar a los consumidores de los riesgos que corren al tatuarse por personal sin formación y en lugares que no cumplen las medidas higiénicas que establece la normativa, como por ejemplo, en domicilios particulares.
 
Desde la FET somos conocedores del estudio realizado por científicos alemanes y franceses y publicado en la Revista Scientific Reports, y en dicho artículo existen múltiples incongruencias y datos que no son ciertos.
 
PUNTUALIZACIONES SOBRE LAS INFORMACIONES VERTIDAS EN EL ARTÍCULO DEL MUNDO DIGITAL
 
El artículo habla del descubrimiento de ciertas partículas de color que viajan hasta los ganglios linfáticos tiñiendo estos órganos de los mismos colores que se incrustan en la piel y los engrosan de manera crónica. No existe ninguna prueba de que esto ocurra, y el concepto de nanopigmento no existe, dado que las moléculas, cuando se dividen y llegan a una unidad de medida nano, dejan de ser moléculas de pigmento, por lo tanto carecen de las propiedades de un pigmento. Es cierto que ciertas partículas de pigmentos viajan por el organismo hasta llegar a los ganglios linfáticos, pero no es cierto que ese tintado de los ganglios aumente su tamaño y menos de manera crónica.
 
También se hace mención a la composición química de la tinta, refiriéndose a su variedad y a la posibilidad que puedan contener metales pesados como el níquel, el cromo, el manganeso o el cobalto. Las tintas que cumplen la normativa europea ResAp2008.1, han pasado los análisis de metales pesados, que según la Unión Europea es el máximo exigido para su contenido, por lo que si se detecta algún tipo de indicativo, sería en una proporción tan mínima que no causaría ningún tipo de reacción. Por otro lado, es importante señalar que las tintas no suelen contener metales pesados y es en el sistema de fabricación, mezclado y envasado donde puede desprenderse algún resto de sustancias generadas por la fricción mecánica de las máquinas que se utilizan. Todos estos análisis son realizados con el producto ya acabado y preparado para la puesta en el mercado, por lo que se asegura así que cumple la normativa y se evita cualquier tipo de posible contaminación posterior.
 
En el artículo se subraya la posibilidad que el pigmento blanco (dióxido de titanio) produce un retraso en la cicatrización, inflamación de la piel y picazón. Nos vemos con la obligación de desmentir esta afirmación, algo que está avalado por millones de tatuadores y sus clientes. El pigmento blanco se comporta del mismo modo que cualquier otro pigmento en cuanto a cicatrización y no produce en ninguna ocasión inflamación de la piel ni picazón.
 
“Es cierto que, en el instante de realizarse un tatuaje, buena parte de la tinta alojada en la dermis inicia de forma natural un largo y complejo viaje, en ocasiones de varios años de duración, a bordo de los macrófagos y con destino a los ganglios y otros órganos del sistema linfático. Estudios realizados sobre 16 personas fallecidas tras un grave accidente ferroviario y portadores de algún tatuaje, demostraron que todos ellos presentaban ennegrecimiento de sus ganglios linfáticos regionales ocasionado por la tinta de sus tatuajes. Hasta el momento no existen evidencias de que ello ocasione algún tipo de patología, a pesar de las altas concentraciones de PHA (hidrocarburos policíclicos aromáticos) detectadas en estos ganglios. El tamaño de las partículas de tinta resultan determinantes. La tinta de color negro posee las partículas de pigmento de menor tamaño, la blanca la de mayor, mientras que el resto de colores tiene un tamaño de partículas intermedio", explica el Dr. Donis Muñoz, dermatólogo especializado en tatuajes y eliminación de tatuajes.
 
"Las tintas negras se vienen empleando desde hace 4.000 años, prácticamente no han cambiado su composición y se elaboran a partir del carbón. Existen culturas, como las maoríes, que llevan el 80% de su cuerpo cubierto de tatuajes y no se ha visto que tengan mayor incidencia de cáncer. Una cosa son las hipótesis de trabajo y otra las realidades. Yo ni estoy en contra ni a favor de los tatuajes, es una opción personal que debe tomar de modo responsable cada persona. Como médico lo que busco es la evidencia científica, y lo que ésta nos dice es que efectivamente se ha visto que los pigmentos de los tatuajes migran a los ganglios linfáticos, pero no hay evidencias, al menos hasta la fecha, de que ello haya generado los problemas de salud que se apunta en el artículo publicado”, afirma el Dr. Muñoz en el artículo que ha publicado la Academia Española de Dermatología y Venerología el 14 septiembre 2017 en respuesta al artículo publicado en el diario El Mundo.
 
El Dr. Donís Muñoz Borrás, es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia (1.977) y especialista en Dermatología Médico – Quirúrgica y Venereología por el Hospital Clínico de Valencia (1.980).
 
Ha ejercido como dermatólogo en el servicio público de salud desde 1980 a 2001. Desde 1980 tiene consulta de dermatología médico-quirúrgica y dermocosmética en Gandia. Ante la creciente expansión del tatuaje artístico y la cada vez mayor demanda de consultas de patologías relacionadas con el mismo, desde hace años, siente un especial interés por esta línea de investigación, habiendo publicado trabajos y actuado como ponente en varios congresos, talleres, masters y seminarios en donde ha impartido y abordado temas relacionados con los mismos, tanto en lo que atañe a las complicaciones derivadas de su realización, como al borrado y eliminación de tatuajes. Es miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología y pertenece a la sección Valenciana de la AEDV.
 
Nº de Colegiado:7732-V
 
Desde que se tiene constancia de la aparición del primer tatuaje más antiguo, el de un cazador neolítico del 5300 a.C., que se encontró enterrado en 1991 en un glaciar en la frontera entre Austria e Italia, no se ha podido demostrar científicamente ni con evidencias publicadas en entornos médicos que la utilización de tintas de tatuajes produzca cáncer o induzca al mismo. Máxime cuando hay millones de personas con más del 80% de su cuerpo tatuado.
 
Finalmente, añadimos el artículo que ha publicado la Academia Española de Dermatología y Venerología en respuesta al artículo publicado en el diario El Mundo:
 

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