“ESTA CASA ES UNA RUINA…”  (Nuestra vida y los vecinos)

 

Vivir rodeado de vecinos puede ser una experiencia maravillosa, llena de pajaritos cantando, unicornios en el vestíbulo y arcoíris en el jardín…

 

¿Os lo creéis?, ¿No?

 

¡Muy bieeen… estáis empezando a valorar lo dura que puede ser la convivencia con el resto de la humanidad!

 

La gente tiende a idealizar el vivir en comunidad como algo que crea conexiones sociales y amistades duraderas. Sin embargo, en muchos casos, la convivencia puede estar más cerca de convertirse en una auténtica pesadilla, a la que, si tuviéramos que compararla con una película de cine, estaría más cerca de cualquier secuela de “Rambo” que de “Bambi”

 

Ellos no dejan de interferir en la vida privada de uno, opinando y cuestionando lo que se hace y como se hace, e intentando que todo se haga según su santa voluntad porque “toda la vida se ha hecho asi” y tú que eres “el nuevo”, no vas a cambiarlo ahora. Y ya no quiero ni fantasear sobre lo tremendamente jodido que puede ser, acabar de presidente de una de estas comunidades donde cada piso es una fuente de macabras sorpresas para el pobre incauto que pretende cobrar el recibo mensual.

 

¡Pero tranquilos!… Esta situación puede, y casi seguro que será pintoresca, y os permitirá no solo disfrutar de momentos entrañables, sino además conocer a toda suerte de seres inefables que podrían hacer las delicias del que contrato al personal de “La parada de los monstruos” de Tod Browning… ¡Bienvenidos al reino del estrés y la ansiedad!

 

No importa si estás barriendo el suelo, escuchando música, usando el ascensor o simplemente descansando, tus vecinos siempre encuentran una manera de interferir en tu vida. Puede que sea la vecina del primero que se pasa la vida observando tras los visillos o mirando por la mirilla de la puerta, la propietaria de la tienda de los bajos que se dedica a mover las mercancías a partir de las doce de la noche, los padres hípsters del piso de arriba, con sus pequeñas bestezuelas que no hacen más que correr y saltar a todas horas, o el rarito que vive en el ático, que siempre apesta a “Varón Dandy” y coñac “Soberano” y mira raro…

 

¿Qué puedes hacer para proteger tu privacidad y tu tranquilidad?, aquí te dejamos algunas tácticas de combate para esquivar a tus vecinos entrometidos:

 

 

Cómprate unos buenos altavoces de tamaño extra grande y cuanto más potentes mejor, si tus vecinos insisten en hacer escandalo fuera de horas, ponte el despertador a una hora intempestiva del día siguiente, cuando sepas que están durmiendo, ponte unos buenos tapones para los oídos, y ponles a toda pastilla una lista de los mejores temas de cualquier grupo de “Death Metal” como “Dying Fetus” o “Deeds of Flesh”, luego, simplemente, vuelve a la cama y duérmete, puede que llamen a la policía, pero pagar la multa puede ser uno de esos placeres culposos que tan bien sientan, sobre todo después de verles las caras.

 

Y si te vigilan por la ventana, puedes meter papel de periódicos y ropa vieja en una bolsa de basura industrial, salpicarla un poco de jugo de tomate y atarla como si fuera un cuerpo humano, cuando saques la basura, los dejarás pensando en si realmente vieron lo que vieron o si fue solo su imaginación… ¡las risas están aseguradas!

 

Ahora bien, si nada de esto funciona, aquí te dejamos algunas recomendaciones más serias para lidiar con vecinos entrometidos:

 

Habla con ellos: a veces, lo más efectivo es hablar con los vecinos. Pregúntales por qué se meten en tu vida y hazles saber que te molesta su actitud. Es posible que estén dispuestos a cambiar su comportamiento, sobre todo, si cuando hablas con ellos sostienes en las manos la funda de una escopeta de caza… la funda estará vacía, ¡pero ellos nunca lo sabrán!

 

Establece límites: deja en claro cuáles son tus límites. Por ejemplo, puedes decirles que no te gusta que te observen mientras ruedas porno casero en el comedor… a veces, los detalles más tontos son los que mejor funcionan.

 

El problema, además, es que, en la actualidad, encontrar un piso en una buena ubicación y con un precio razonable es una tarea difícil. Muchas personas se ven obligadas a vivir en comunidades de vecinos poco adecuadas o en condiciones deplorables debido a la falta de opciones en el mercado inmobiliario.

 

Ante eso, es comprensible que la convivencia con vecinos intrusivos se convierta en un gran problema. La situación se agrava cuando las personas no tienen más alternativas de vivienda disponibles, y aunque existen leyes y normativas que protegen el derecho a la intimidad y al descanso, estas no siempre se cumplen, y puede resultar complicado hacer valer nuestros derechos en estas situaciones.

 

En resumen, vivir rodeado de vecinos entrometidos puede ser difícil, pero no imposible de superar, es importante trabajar en la educación y el respeto mutuo entre vecinos, fomentando una convivencia pacífica y armoniosa en la comunidad, y en el caso de que todo esto falle, cómprate una pala y asegúrate de que nunca encuentren los cuerpos.

 

 Como dijo Bruce Willis en “La Jungla de Cristal” …

 

“…Y AHORA, TENGO UNA AMETRALLADORA… HO – HO - HO - HO…

 

El viernes, alquilaremos habitaciones en la “Zona de Incertidumbre”.

 

 

 

 

 

 

 

 

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AUNQUE NO OS GARANTIZAMOS QUE SALGAIS INDEMNES.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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