Agatha Darker

 

Nací en Londres donde pasé los tres primeros años de mi existencia. Viajé junto a mis padres a España donde crecí y me eduqué hasta casi cumplir los nueve años. Finalmente nos trasladamos a Barcelona, donde hasta el momento me encuentro. Mi educación fue de lo más rica y variada, dado que se rompió por la mitad y se unió de nuevo con el conocimiento de dos culturas que marcaron decisivamente mi vida. Estas fueron la inglesa y la española, de las cuales, y por separado, supe sacar el mejor partido. 
 
Siempre había llamado la atención, por mi característico cabello rojizo, mis grandes ojos verdes y mi esbelta figura. Todo esto, mezclado con mi carácter atrevido pero sociable y añadiendo unas grandes pinceladas de alegría, siempre me había abierto todas las puertas a las que llamé. Mis aficiones eran todo lo relacionado directamente con la palabra “crear”. Podía desarrollar cualquier composición literaria, plasmar sobre una determinada superficie cualquier imagen e incluso entusiasmarme con la labor de embellecer o cambiar el aspecto de una mujer mediante maquillaje y peluquería. A todo esto, siempre le he llamado “El Arte de Crear”, viajar al exterior del país, (creo que debido a la necesidad de conocer más), también resultó una de mis pasiones, solo que jamás, en vida, la pude realizar. 
 
Mis estudios superiores me aburrían y a mi criterio, me hacían perder el tiempo porque no estaban relacionados directamente con crear, con lo cual, decidí que para perder el tiempo mejor los dejaba. Una vez abandonados, me dediqué a conocer y dominar los ordenadores. Una vez titulada, conseguí un empleo en una de las múltiples empresas que habitan y crecen en Barcelona. 
 
Tras independizarme, comencé a interesarme por todo lo relacionado con las Artes Oscuras u Ocultas, como brujería, magia, poderes e incluso por aquellos seres que, teóricamente, eran inexistentes como los magos, hombres lobo y vampiros. Conseguí una amplia documentación que decoró con exquisito gusto mi biblioteca y a su vez, amplió mis conocimientos. 
 
El mismo día que cumplí los 22 años fui abrazada por mi Sire, el cual se había prendado de mi indefinido poder de creación. Ocurrió en una de mis múltiples salidas nocturnas a los diversos locales (prohibidos por la moral cristiana) de ambiente. Desperté en una nueva forma de vida es decir, la no-vida. De mi Sire aprendí muchas cosas y cuando finalmente no podía enseñarme más le liberé de su no-vida haciéndole desaparecer. De hecho, he de reconocer que fue una verdadera creación, dado que el resto de los vástagos jamás han sabido a donde fué realmente, ni si aún existe. Sencillamente no tenía nada más que aportarme y dado que su mejor obra fue mi abrazo, jamás permitiría que mi amado Sire quedase ridiculizado al cometer el error de abrazar a cualquier “farsante”. Sin más, y eventualmente, dada su “extraña” ausencia, ostento su marcado prestigio y ocupo su elevada posición. 
 
Dada mi condición de Vampiro tuve que cambiar de empleo. A través de una fiesta en un conocido e importante local, conocí a Sergio Värgsson, un Ventrue que me ofreció formar parte de su programa de radio nocturno. Desde entonces formo parte del equipo de “Conversaciones con un Vampiro”, equipo en el que, aunque nadie lo sepa, todos estamos vinculados. 
 
Me trasladé a la Mansión Värgsson que es desde donde se realiza el programa. Ésta, tiene el vetusto aspecto de las clásicas y enormes mansiones góticas, repletas de pasadizos secretos y extrañas habitaciones. Allí comparto mi no-vida con un simpático ghoul técnico de sonido llamado Cucu, un “chico para todo”, llamado Dausen , perteneciente al clan Gangrel , y finalmente un numeroso equipo de colaboradores de distintas razas entre los no-muertos y otras especies como elfos, trolls, orcos etc... 
 
Pertenecer a este programa me ha permitido conocer a numerosas personalidades de entidad pública a los que hemos entrevistado y con los cuales hemos entablado una serie de contactos y relaciones que siempre pueden ser de gran utilidad. Nuestro programa, deja la descubierto la Mascarada, pero la desnuda de una forma tan especial que, cualquier humano no llegaría a pensar jamás que los Vampiros existen de veras. 
 
Solemos hacerles participar en nuestras fiestas e incluso en un juego de rol llamado “Vampire”. En las partidas se mezclan nuestros vástagos con el resto de habitantes humanos y allí, unos se hacen pasar por lo que no son mientras que otros, simplemente... juegan a ser lo que son. 
 
Ahora mi único objetivo es seguir recopilando información a cerca de todo lo desconocido. No me he planteado si cuando llegue la Jihad sobreviviré o nó, en el caso de que así sea seré un ser no-vivo lleno de amplios conocimientos, pero de no sobrevivir, tampoco me importará demasiado ya que después de morir volví a nacer en una nueva no-vida, pues, entonces... dime... ¿quién me confirma, a ciencia cierta, que no existe “otra vida”?... pues en ella nos veremos o simplemente... ya me lo diréis. 
 
Agatha.
 
"Mucho más que una simple Toreador...".
 
 

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