Sergio Vargsson
 
Nació, si, como todo el mundo, un oscuro y brumoso 4 de junio en el año 1659, en una pequeña población de marineros sueca llamada Helsingborg, situada en el sur del país. Su vida fué orientada al mar y a los viajes desde muy joven, debido al negocio familiar, (importación de sedas y té), a tal punto que en el año 1676 se enroló en un barco portugués con destino a Japón, siendo uno de los pioneros en el establecimiento de relaciones comerciales con el nuevo país. 
 
De regreso, 6 años después, decide hacer una escala en Inglaterra, donde en el transcurso de los meses siguientes, y gracias al dinero conseguido, funda una sucursal de la compañia de su familia en Amsterdam, lo que le hace ganarse prestigio e importancia entre la sociedad de la época. Y fue en ese momento cuando conoció a Hardestad, un influyente personaje que le propuso hacer algunos negocios en común. Vargsson decidió asociarse con él y la empresa se reveló como muy productiva ganando mucho dinero y poder con varios negocios de importación y exportación. 
 
Años más tarde, una noche, su socio lo citó en unos almacenes situados en el distrito industrial, con la excusa de concretar una nueva importación. Al reunirse con él, le comunicó que su prestigio y habilidad habían sido tan provechosos para su sociedad que había decidido darle la recompensa adecuada, tras lo cual, lo desangró abrazándole. Iniciado en los misterios de su nueva no-vida en las filas del Clan Ventrue por el que se habia convertido en su sire, Vargsson se revela como un vastago fiel a las consignas de su clan, y con una intuición natural para las maniobras políticas y comerciales, años más tarde, Hardestad decide premiarle, proporcionandole la posibilidad de independizarse en una nueva ciudad, enviándole a Barcelona. 
 
Allí, merced a una carta de presentación para Mercé de Fontrubí, una de los miembros del consejo de la ciudad, Vargsson fue presentado ante el Príncipe de la urbe, Javier Montoya, tras lo cual estableció definitivamente su residencia comprando un antiguo palacete (casi amenazando ruina) en la zona de Sarriá-San Gervasio. 
Vargsson usó el resto de su dinero en la adquisición de participaciones en diversas cadenas de radio y periódicos de la época (manteniéndose siempre oculto en las sombras). Fueron pasando los años y el dominio de diversos medios de comunicación se convirtió en su principal fin, usando siempre su influencia para proteger la Mascarada en Barcelona.Finalmente, el 4 de febrero de 1994 le presenta al Príncipe un ambicioso proyecto. Realizará un programa de radio nocturno en el que manifestará públicamente su condición de vampiro, planteando las relaciones entre clanes y la Mascarada en general, como un elaborado juego de rol, de forma que, los humanos que pudiesen escucharlo acabarían creyendo que todo se reduce a un juego y estarán dispuestos a considerar cualquier noticia sobre vampiros o similares como parte de la misma ficción, con lo cual, se le restaría fuerza a cualquier sospecha. Para llevarlo a cabo, Vargsson puso en juego todas las influencias que había acumulado en el transcurso de los años, incorporando incluso a un garou (hombre lobo) a su equipo de programa, que llevaria el peculiar nombre de, “Conversaciones con un Vampiro”. 
 
En él, se hace pasar por un excéntrico locutor de radio que mantiene informados a todos los seres de la noche mientras que, sus otros contactos en el resto de medios de comunicación echan tierra encima de cualquier noticia sobre vampiros, garous, etc. que puedan surgir... 
 
Sergio Vargsson. 
" Un amigo… un vampiro... ".
 
 

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