Título: Lantana: donde nace el instinto
Autor: Darío Vilas
Editorial: Dolmen
Págs: 256
Precio: 16,95 €

Uno de los factores que más me atraen de los libros de zombis es la explicación que se le da a la aparición del fenómeno. Admito que soy especialmente puntillosa en cuanto a las razones científicas, cuando las hay (cosas de haber estudiado una carrera de ciencias). Aunque también que me gusta que me sorprendan con explicaciones nada convencionales como, por ejemplo, la que encontramos en “Lantana: donde nace el instinto”, la novela de Darío Vilas que hoy os vengo a comentar.
Nacho, un joven gallego, viaja a la próspera ciudad de Lantana, en el sur de España, con la excusa de un trabajo en una de las fábricas de la localidad. En realidad Nacho huye de su eterna soledad de niño de padres desinteresados y juventud inadaptada, y espera comenzar una nueva vida en la ciudad en medio del desierto. ¿Será esto posible? El conocer a Mari y su hija Ángela en su mismo bloque, y luego a Niilo, el mendigo violinista, le hará pensar que sí. Sin embargo, hay algo raro en Lantana, algo relacionado con el pozo que desde hace años se excava en su desierto. Eso que Nacho no sabe explicar le perseguirá día y noche hasta por fin hacerse del todo visible. Y cuando lo haga, ya nada volverá a ser igual para la humanidad.
Un zombi es un muerto que anda, gruñe y devora personas, por increíble que esto resulte. Si bien la explicación clásica a este curioso fenómeno la encontramos en el vudú y en los años setenta u ochenta nos querían convencer que todo era culpa de un vertido tóxico o nuclear, en los últimos tiempos, la enfermedad de los zombis se ha intentado explicar por la aparición de un temible virus. Todo esto está muy bien, pero si el zombi en sí es algo sobrenatural (tanto como los vampiros, los fantasmas y los hombres lobo), ¿por qué no darle una razón de corte fantástica al asunto? Y si el motivo es la mar de terrorífico, como el que encontramos en el misterioso pozo de Lantana, mejor que mejor, ¿no creéis?
“Lantana: donde nace el instinto”, aparte de ser la precuela de “Instinto de superviviente”, es una novela de zombis totalmente atípica. Primero, porque salen menos zombis que en otras novelas del género (lo cual tiene sentido si tenemos en cuenta que esta novela intenta dar una explicación al brote de muertos vivientes).
Segundo, porque si bien hay acción, misterio y grandes dosis de terror psicológico, lo más destacable es el carácter intimista que el autor le ha querido dar a esta obra. Esto lo consigue con un narrador en primera persona, el mismo protagonista, Nacho, ese chico solitario en busca de una vida social y afectiva plena que no solo nos cuenta lo que hace desde que llega hasta la inquietante y ficticia ciudad de Lantana, sino también parte de su triste pasado así como todo lo que siente en cada momento.
Y en tercer lugar, precisamente para darle un carácter más genuino e intimista, porque la prosa en sí está mucho más cuidada que en las novelas del género.
Llegados a este punto, y antes de terminar esta reseña, he de decir que aunque “Lantana: donde nace el instinto” es el segundo libro de la trilogía de Darío Vilas, no es necesario que hayas leído “Instinto de superviviente” para meterte de lleno en este libro (de hecho, yo no lo he leído), y aunque el otro saliera publicado antes, creo que si quieres leerte toda la trilogía no importa si empiezas por este o por el otro.
“Lantana: donde nace el instinto”, en definitiva, es una novela de zombis muy original desde distintos puntos de vista donde los muertos vivientes están en un segundo plano pues lo que verdaderamente importa es la historia y la personalidad e Nacho, su protagonista, y el misterio del pozo del desierto. Se trata este de un libro que puede gustar tanto a los amantes de los zombis como a los lectores asiduos del género fantástico con grandes dosis de misterio en general. También sorprenderá a muchos lectores exigentes con la calidad de la prosa. Por todo esto y mucho más, ¿por qué no te animas a leerlo?
