Ángela es una preciosa chica de 28 años, que nació en el pequeño pueblo de A Guarda, Pontevedra.
 

Estudio en un colegio de curas; donde tuve sus momentos estelares, como cuando llevó un cassete de Ac/Dc a clase cuando tenía siete años... o como cuando en una redacción sobre lo que habían hecho el fin de semana se explayó acerca del "Dead to the world" de Marilyn Manson; puesto que le volvía loca el "Antichrist Superstar" que estaba en su momento de máximo apogeo (era 1997).

 

Sus aficiones son y siempre han sido la música, la literatura, el buen cine (solo pelis de culto, ya que es muy exigente), el arte y el espectáculo. De ahí que siempre se sintiera atraída por las bellas actrices del hollywood de los años cincuenta, las pin ups, las divas del porno, o las cantantes grunge como la polémica Courtney Love...

Ese aura de misterio, belleza, sensualidad... es algo que siempre ha admirado profundamente... y considera que uno de los máximos imponentes de ese glamour ha sido Betty Page, a la que lleva tatuada en el brazo derecho.

 

Y aunque siempre deseó ser como ellas, estaba convencida de que nunca lograría ni siquiera acercarse a ese mundillo, peeero... hace un año empezó a posar para fotografías, primero como algo casi anecdótico, muy tímidamente, ya que en un principio, cuando hacia las primeras sesiones algunos fotógrafos le decían que con 27 años no se planteara siquiera el ser modelo, porque habiendo miles de niñas de 18 años, físicamente perfectas listas para triunfar, no lo iba a hacer ella, añadiendo comentarios como que solo podría tener un pase si tenía la boca cerrada, (por sus dientes con diastema), si se operaba el pecho, o si contaba con una buena peluquera y maquilladora, (que hasta el día de hoy solo ha utilizado dos veces), para que la “mejoraran”.

 

Sin embargo, ella no se rendía, y de hecho este tipo de afirmaciones le hacían encolerizarse, y obstinarse en seguir luchando para conseguir sus sueños, les decía que le daba igual,  y por dentro se reafirmaba en su intención, de llevar su singularidad como bandera y hacer de sus diferencias su propio canon de belleza y su seña de identidad, siguiendo adelante, luchando y luchando hasta que llego al punto donde está ahora. Un punto que jamás habría imaginado antes, pero que empieza a acercarse a todos sus deseos, una posición en la que colabora con los mejores fotógrafos y está encantada del feedback que obtiene de estos trabajos.

Un punto en el que a partir de aquí el límite solo lo marcan las estrellas.